La programación reivindicó a artistas locales, dio visibilidad a corrientes cinematográficas internacionales y recuperó títulos de otras épocas. Por primera vez, se llevó a cabo el encuentro Èxit, para proyectos de producción catalana en proceso de creación. En esta edición, sin las restricciones de la pandemia, se pudieron realizar actividades paralelas, como una mesa redonda sobre Luis Ospina y una master-class del artista quebequés Dominic Gagnon.
Al festival asistieron más de 900 personas, superando las cifras de asistencia de la primera edición. El evento tuvo un destacable éxito de público así como un notable impacto mediático, siendo noticia en decenas de revistas online, canales de televisión públicos y programas de radio.